Organizaciones conformantes de la Red “Como Nacido entre Nosotros” y participantes del Encuentro.

La Campaña Como Nacido entre Nosotros, de la que el Movimiento con la niñez y la juventud forma parte, junto a participantes del ENCUENTRO DE INDUCCIÓN Y SEGUIMIENTO CON PASTORES Y LÍEDERES CRISTIANOS DEL URABÁ INTERESADOS EN FORMARSE EN LA ATENCIÓN Y ACOMPÑAMIENTO A LAS PERSONAS EN MOVILIDAD HUMANA, publicó una Carta Pastoral la cual compartimos a continuación:

Dirigida a las Iglesias Cristianas y Autoridades de Colombia, Panamá y Estados Unidos.

Del 12-15 de abril de 2023, pastores, pastoras, líderes eclesiales y sociales de varias tradiciones cristianas que trabajan con personas en movilidad humana en su paso por Colombia, nos reunimos en Medellín para desde la reflexión y abordajes multidisciplinarios, explorar acciones con foco en el acompañamiento integral y la defensa de los derechos de las personas en movilidad humana en Urabá y Chocó, Colombia.

A PARTIR DE ESTA EXPERIENCIA COMUNITARIA, EMITIMOS LA PRESENTE CARTA:

1. Asumimos que la movilidad humana es un fenómeno complejo y multifactorial que, en consecuencia, requiere de abordajes y respuestas también complejas. Entendemos que la migración no se agota sólo con la colección y análisis de datos (datificación), demanda, sobre todo, enfocarse en las personas, su dignidad y derechos, y exige la participación corresponsable de todos los actores sociales, incluidos los religiosos.

2. Asumimos a la persona en movilidad humana (niñas, niños y adolescentes, mujeres, varones y adultos mayores) no sólo como objeto de trato y defensa, sino como sujetos de derecho y protagonistas de su propia construcción. En tal sentido, nos interesa oír su voz y tomar en cuenta sus aportes en los procesos que les afectan.

3. El drama asociado a la movilidad humana persiste. Colombia sigue siendo uno de los principales países de tránsito de un flujo migrante venido de varios continentes. Reconocemos las acciones valientes y esforzadas que, a diario y con gran dificultad, se acometen en el país para tratar de mitigar el dolor, acoger y, de algún modo, elevar las capacidades de los peregrinos a su paso o con intenciones de quedarse. Sin embargo, pensamos que se necesitan más corazones, manos y voluntades involucradas, especialmente con foco en los derechos humanos.

4. La migración comporta dimensiones socio humanas, espirituales, legales, económicas y políticas, entre otras. Desde la fe cristiana, entendemos que, sin desmedro de lo mencionado, las comunidades basadas en la fe tienen el compromiso de mirar a los migrantes y sus circunstancias con los lentes del evangelio, siguiendo el ejemplo de Jesús y encarnando los valores de su reino de vida, amor, justicia y esperanza.

5. Esperamos que las reuniones de autoridades de Colombia, Panamá y Estados Unidos efectuadas para abordar las implicaciones del flujo migrante que viene sucediendo por el Tapón del Darién también sean para abordar las causas de la migración y el sufrimiento de las personas en movilidad humana. Hacemos votos porque los compromisos asumidos se enfoquen en la seguridad, dignidad y derecho de las personas migrantes; confiamos que, más allá de las declaraciones públicas y el diseño de un plan, la voluntad política se alinee con las normas que rigen la materia a nivel local, regional, global y con el Pacto Mundial Migratorio.

6. Exigimos a las autoridades correspondientes involucrar a las comunidades basadas en la fe (iglesias, ministerios cristianos, fundaciones y ONGs) en estos diálogos y aportar desde nuestra experiencia y contacto directo con las personas en movilidad humana, en el diseño de planes y acciones. Como se conoce, las mismas no solo han venido dando respuesta humanitaria primaria, sino que poseen gran vocación de servicio y cuentan con un capital humano, social y espiritual valioso.

7. Desafiamos al pueblo cristiano a orar por esta realidad. Exhortamos al liderazgos eclesial a visibilizar el fenómeno, sensibilizar al respecto e invitar a los creyentes y comunidades cristianas a apoyar toda acción justa, compasiva, ordenada y de defensa, entendiendo que es una manera legítima de ser luz y sal en medio de tiempos tan contradictorios.

8. Quienes suscribimos la presente Carta, renovamos el deseo de integrar y fortalecer la Red Como Nacido Entre Nosotros, un espacio que seguirá trabajando por la sensibilización, reflexión bíblico teológica, la movilización de actores cristianos y la elevación de sus capacidades para que acompañen integralmente y luchen por la defensa de las personas en movilidad humana en América Latina y el Caribe (www.comonacidoentrenosotros.org).

9. Salimos inspirados de este encuentro, con compromisos renovados, teniendo presente que Dios se preocupa por los extranjeros y ama a los que buscan un trato justos para ellos (Salmos 146:8-9); creyendo que Jesús, Salvador y peregrino, nos sostiene, en medio de las aguas turbulentas de este tiempo, previene que nos hundamos en el mar de la insensibilidad y nos lleva de su mano a la barca, y de ahí a la orilla de mejores circunstancias (Mateo 8:23- 27; 14:22-33); seguros de que nuestro Maestro, que también vivió el desplazamiento forzado, nos anima a ser conscientes de los poderes y “Herodes” contemporáneos (Mateo 2), para trabajar, con prudencia y creatividad, por la vida de quienes deberían tener la opción de no salir de sus tierras, a huir con seguridad de sus amenazas, o a retornar con dignidad, si lo desearan.

Medellín, 16 de Abril de 2023