Las organizaciones socias del Programa Centralidad de la Niñez (PCN) nos unimos a la celebración del Día Universal del Niño, en la que se conmemora, por una parte, los 61 añosde la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y, por la otra, los 31 años de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).

Este año 2020 ha estado signado por la pandemia mundial del Covid-19, cuyos efectos han recaído directamente en niños, niñas y adolescentes. El Consorcio por la Paz para la Primera Infancia (Early Childhood Peace Consortium, ECPC) de las Naciones Unidas ha señaladoque el brote de coronavirus agravólas crisis existentes en todo el mundo,especialmenteenaquellos lugares en donde las desigualdades son cada vez más evidentes, lo cual violenta aún más los derechos de los niños vulnerables.

Según la UNICEF11.400 millones de niños, niñas y adolescentes vive en confinamiento parcial o total debido a la pandemia, mientras que la revista The Lancet estima que cada día podrían morir 6.000 niños menores a los 5 años de edad durante los próximos seis meses, la mitad de los cuales serían recién nacidos.

El mensaje del papa Francisco, en septiembre de 2020 ante Naciones Unidas, abordalas “devastadoras consecuencias de la crisis del Covid-19 en los niños” como “la violencia contra los niños, incluido el horrible flagelo del abuso también han aumentado dramáticamente”, por ello el Santo Padre ha exhortadoa avocarse en su cuidado porque “un niño, un maestro y un bolígrafo pueden cambiar el mundo”.

En virtud de estos alarmantes datos, como hombres y mujeres de fe, comprometidos con la promoción de ambientes seguros y tiernamente protegidos para nuestros niños, niñas y adolescentes hacemos este llamado solidario para:

1.Invitamos a propiciar espacios de incidencia pública. El pasado 6 de noviembrerealizamos un ejercicio de trabajo en red de la mano de 72 organizacionescolombianas, de cara a la configuración de una estrategia nacional para afrontar los desafíos sobre la niñez en el país, por ello invitamos a nuestros aliados en los 22 países de América Latina y el Caribe a generar estos espacios de diálogo abierto, respetuoso y profundo en favor de nuestros niños, niñas y adolescentes que consoliden los esfuerzos de articulación.

2.Privilegiar la e ducación como herramienta transformadora.Desde la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC)y la Federación Internacional Fe y Alegría seguimos apostando por la implementación del Pacto Educativo Global promovido por el papa Francisco para lograr mayores niveles de inclusión, acceso a educación de calidad, integrada al cuidado de la Casa Común, por ello ratificamosque es solo a través de la educación cómo los pueblos logran salir de las cadenas de pobreza, dominioy exclusión.

3.Ser un espacio de formación continua.Los socios del PCN, a través del Consejo Episcopal Latinoamericano(CELAM), convocamos a los agentes de la pastoral, docentes, vida religiosa,Conferencias Episcopales, Cáritas, oficinas de World Vision, catequistasylíderes evangélicosdel Movimiento con la Niñez y Juventuda formar parte de la red de multiplicadores de ternura y buen trato, que en los venideros meses, con el apoyo de los equipos nacionales, constituiremos mediante un plan de formación avalado por nuestras organizaciones internacionales, con el objetivo de crear sinergias interinstituciona les, intencionadas y sostenibles que permitan generar espacios de reflexión-acción en favor de la niñez y adolescencia.

4.Dar apertura a la creatividad y alegría del Evangelio.Esperamos queel año2021 sea propicio para unirnos desde diversos espacios que ofrecen las tecnologías para re-editar de manera virtual nuevamente la caminatade Huellas de Ternura,porque el confinamiento y las medidas de distanciamiento social nos han llevado a una nueva modalidad, por tantoserá propicio el momento para que una vez más lasConferencias Episcopales, pastorales sociales, Conferencias de Religiosos, Obras Misionales, juventudes católicas, docentes, escuelasdominicales,parroquias,iglesiasy familiasen generalabanderen esta movilizac ión,cuyo objetivo es hacer frente a las diversas expresiones de violencia contra la niñez desde un lenguaje propositivo, de formación y de incidencia pública. Es la hora de actuar, superar la indiferencia.

5. Ser portadores de esperanza, paz, reconciliación y perdón.En todo nuestro continente, golpeado duramente por la pandemia, catástrofes naturales, sumido en crisis económicas, políticasy sociales, cada uno desde sus contextos y realidades, como hombres y mujeres de fe, debemos ser portadores de laesperanza,paz, la reconciliación y el perdón. Es propicio el momento para desmontar estereotipos, desanclar patrones históricos y des-institucionalizar la violencia como mecanismo de poder.Que cadaIglesia, que cada escuela, que cada familia sea un espacio de encuentro solidario, de reconocimiento, de tolerancia, de respeto, de ternura y de buen trato.

Contribuyamos cado uno desde nuestras espiritualida des, dones y aportes en la construcción de un continentepromotor de la cultura de los cuidados, la ternura y el buen trato.

¡Sigamos completando las piezas!

En Bogotá a los 20días del mes de noviembredel año 2020.

Por las Organizaciones internacionales socias del Programa Centralidad de la Niñez

Consejo Episcopal Latinoamericano-CELAM

Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos-CLAR

Confederación Interamericana de EducaciónCatólica-CIEC

Federación Internacional Fe y Alegría -FIFyA

Secretariado Latinoamericano y Caribeño Cáritas (Selacc)

World Vision América Latina y el Caribe

Movimiento con la Niñez y la Juventud (MJN)