La crisis política generada por la invasión Rusa a Ucrania ha puesto en peligro a 7.5 millones de niños y niñas de ese país. Las familias se desplazan forzosamente para buscar refugios en medio de temperaturas frías junto niñas y niños que experimentan la separación de sus cuidadores y en muchos casos la muerte; creando experiencias adversas en su temprana edad.

 Las niñas y los niños se encuentran bajo el riesgo de contraer enfermedades como el COVID-19.  El despliegue de fuerzas armadas hacia territorios civiles amenaza la integridad física y emocional de las niñas y los niños, exponiéndose a violentos abusos físicos y sexuales. El avance del conflicto bélico traerá como consecuencia daños catastróficos y crisis humanitaria. Desencadenará una crisis migratoria forzosa y desgarradora de alcance mundial.

 El movimiento con la niñez y la juventud hace un llamado al término de las hostilidades y al respeto de la democracia interna. Un llamado a la construcción de la paz mediante el diálogo y la negociación, silenciando las armas. Un llamado a valorar la dignidad de las niñas y los niños que se encuentran inmersos en el conflicto bélico. Un llamado a la reposición de sus derechos a la vida y a la seguridad.

 Dsde el Movimiento de la Niñez y Juventud oramos y nos movilizamos para que las niñas, niños y adolescentes vivan sin miedo. Oremos por el cese inmediato del conflicto y para que las iglesias y organizaciones se movilicen para orar, defender y proteger la salud integral de la niñez.

 

¡Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios.! Mateo 5:9

 

Latinoamérica, 24 de febrero del 2022.