Puerto Príncipe, 27 de abril de 2022

La Red de Organizaciones Cristianas para el Desarrollo y Promoción de la Infancia (ROCHEPE) está profundamente conmocionada al constatar esta semana en las redes sociales un video que se ha viralizado donde niños utilizados como soldados por bandidos armados exhiben armas de guerra en un barrio abandonado de la capital, a merced de grupos armados que matan y abruman a la población.

Como es evidente que aún no han alcanzado la mayoría de edad, estos menores sólo pueden ser obligados a llevar las armas que ponen a su disposición los delincuentes, que a menudo los utilizan como escudos humanos durante los enfrentamientos. Esta situación es extremadamente preocupante y debería sacudir la conciencia de todos, tanto en Haití como en el extranjero.

El lugar de los niños es dentro de su familia y en las bancas escolares, de acuerdo con las convenciones y protocolos ratificados por el país al respecto. Dicho esto, el gobierno está obligado a tomar medidas urgentes para detener esta deriva y, al mismo tiempo, luchar contra todas las formas de violación que puedan afectar el pleno desarrollo de los niños.

El combate a la pobreza, la consolidación de las familias, la escolarización de estos niños, la capacitación de la Brigada de Protección de Menores de la PNH, son necesariamente los espacios en los que el poder y los sectores vitales de la nación deben esforzarse por proteger a los niños de cualquier manipulación por parte de grupos mafiosos y así garantizar su protección.

La Red de Organizaciones Cristianas para el Desarrollo y Promoción de la Infancia (ROCHEPE) hace un llamado al gobierno para trabajar en la revitalización de las instituciones públicas encargadas de la protección de menores, en particular el Instituto de Bienestar Social e Investigación (IBESR) con miras a garantizar la protección y salvaguarda del bienestar de los niños que viven en condiciones de gran vulnerabilidad, en particular aquellos alejados de sus padres.

De acuerdo con su misión, ROCHEPE se propone continuar apoyando cualquier esfuerzo de las autoridades establecidas con miras a crear un entorno propicio para el desarrollo de los niños, sabiendo que su protección sigue siendo una condición imprescindible para garantizar su desarrollo en una sociedad democrática. basada en los valores de respeto, igualdad, fraternidad y paz. –

 ¡Viva un Haití que proteja los derechos de los niños!