Se llamaba Aylan Kurdi y tenía sólo tres años. Medios turcos identificaron así al pequeño sirio cuyo cuerpo fue hallado ayer en una playa de Turquía tras el naufragio de la embarcación en la que viajaba junto a su familia para huir de la violencia en su país. Junto a él, se ahogaron otros cuatro niños, entre ellos su hermano Galip, de cinco años, informó el diario El Mundo.

Sus cuerpos fueron arrastrados hasta la costa, donde fueron rescatados por agentes de la policía turca. Ambos procedían de la ciudad siria de Kobani, territorio de violentos enfrentamientos entre las fuerzas kurdas y el Estado Islámico, y que quedó prácticamente en ruinas.

Los pequeños navegaban junto con otros 23 migrantes hacia la isla griega de Kos, en dos embarcaciones que partieron de Akyarlar, en la península de Bodrum, según un oficial de la marina turca, citado por Reuters, que tomó los testimonios de la familia del niño. Buscaban, como otros miles de sirios, llegar a Europa para comenzar una nueva vida lejos de la guerra civil, surgida en 2011, y que ha dejado más de 120 mil muertos, entre ellos 14 mil niños.

La imagen del pequeño tendido boca abajo en la una playa de Turquía, se ha convertido en símbolo del drama de los refugiados sirios que huyen también de la violencia del Estado Islámico y ha despertado ira e indignación en el mundo ante la crisis de refugiados que buscan llegar a Europa.

Desgraciadamente, ésta es sólo una más de las casi tres mil muertes que han ocurrido este año en las costas de Europa, donde ayer decenas de medios de comunicación reflejaron la conmoción que provocaron las desgarradoras imágenes del cuerpo inerte de Aylan en la playa. En España, el diario El Mundo, señaló que la foto “ya forma parte del álbum migratorio de la infamia”, mientras que El Periódico publicó que la imagen ilustra “El naufragio de Europa”.

Para el diario británico The Guardian, la foto resume “todo el horror y el drama humano que se vive en las costas europeas”.

“Si imágenes tan potentes como la de un niño sirio muerto arrastrado por las olas no cambian la actitud de Europa frente a los refugiados. ¿Qué podría hacerlo?”, se interroga el diario The Independent.

En Italia el diario La Republica reprodujo la imagen en Twitter titulándola “Una foto para silenciar al mundo”. El director de emergencias de la ONG Human Rights Watch, Peter Bouckaert, explicó que compartió la imagen en Twitter, pese a duro drama que retrata:

“ALGUNOS DICEN QUE LA FOTO ES MUY OFENSIVA PARA SER COMPARTIDA EN INTERNET O PUBLICADA EN LOS DIARIOS. PERO A MÍ LO QUE ME PARECE OFENSIVO ES UN NIÑO AHOGADO QUE YACE EN LA PLAYA CUANDO SE PODRÍA HABER HECHO MÁS PARA PREVENIR SU MUERTE”.

 

Información de: http://www.debate.com.mx/