Un acercamiento al texto de 2 Reyes 4:1-7 desde la perspectiva de la resiliencia, o la capacidad sanadora de las personas

Por Ruth Alvarado

La Biblia es un relato de cuadros, voces, testimonios de conductas resilientes. El texto bíblico nos revela muchas veces como la vida de las mujeres, niños y niñas en particular, muestra la presencia de esta capacidad de superación, aún en contextos sumamente adversos. El pasaje que vamos a analizar nos permite visualizar algunas claves generadoras de esta capacidad, que surge en interacción, donde unos promueven el fortalecimiento de otros.

Introducción

El libro de Reyes fue escrito por la Escuela Deuteronomista, editada en Judá por los refugiados del Norte con el fin de recordar al pueblo de Judá (después de la experiencia de la desintegración de Samaria), que sólo podrá mantenerse si es portador de la promesa divina y en la medida que permanezca fiel al pacto. Nos encontramos en el reinado del Rey Acaba y Jezabel. En este período Israel consiguió una considerable prosperidad material y desarrollo en armas de guerra, a costa de tributos onerosos para el pueblo empeorando la situación de los campesinos, en contraposición con un gran auge de la Corte. Jezabel había llevado a Samaria sus profetas y mantenía el culto a Baal en la ciudad, mientras que en el campo se seguía adorando a Yahveh. El círculo de profetas estaba en constante confrontación con la administración religiosa oficial y el Rey. Entre el pueblo hebreo, estaba vigente el Código de la Alianza y aun cuando tenía una dinámica liberadora, todavía mostraba perspectivas contradictorias (v.g. Ex. 21:2- 11 el niño/a hebreo/a podía ser esclavizado por deudas de dinero; ó Ex. 22:24, se ordena no prestar con intereses al pueblo hebreo. Nuestro pasaje nos muestra como por deudas de dinero y los intereses que se cobraban, existía la posibilidad que dos niños o niñas, puedan ser convertidos en esclavos, si eran varones por 6 años, y si eran mujeres, para toda la vida.

Reconociendo la adversidad

eliasyviudaUna mujer de las mujeres de la comunidad de los profetas, que bien podría ser otra profeta, se acerca a Eliseo a contarle la crisis por la que está pasando. Ella está desolada, grita su dolor y su desesperación porque no sabe qué hacer. No sólo le cuenta a Eliseo que acaba de enviudar, sino que también le recuerda que por haber sido su esposo hebreo y temeroso de Dios, debería ser ella tratada con misericordia por el prestamista de su marido, tal como está escrito en Salmos 122:5. Pero este prestamista no se ha portado como un Malveh (prestamista solidario) sino como un Noshah (usurero) y ahora pretende aplicar la ley vigente para llevarse a sus dos hijos como esclavos (vs1). De acuerdo a la ley, ni ella ni sus hijos, tienen forma de defenderse de esta situación, por eso acuden al profeta, buscando que sea la justicia de Dios la que se aplique. Al tomar conocimiento de esta situación Eliseo más allá de ser pesimista y sentirse incapaz, parece hacerse una pregunta de auto análisis ¿Cómo practico la justicia de Dios contigo? Entonces inmediatamente pregunta a la mujer: ¿Qué tienes en casa? ¿Qué posibilidades existen? ¿Qué salida haz encontrado?

A la luz del concepto actual de Resiliencia, podríamos decir que, Eliseo indaga acerca de las fortalezas de esta mujer-viuda-madre y promueve que ella misma sea protagonista de su “resistencia-construcción”. Pero a todas estas preguntas la mujer sólo tiene una respuesta: “NO TENGO, sino solo una vasija de aceite”. Esta mujer no ve posibilidad para su situación, con esto tan simple que posee (vs. 2).

Motivando la identificación de redes sociales

eliseoEliseo le sugiere que salga de su espacio privado, que busque a personas cercanas a ella, a sus vecinas, a las que la conocen, que saben su problema y tendrían más sensibilidad para ayudarla. Le dice que vaya, que pida, si es posible que les demande, que les cuente su situación y la necesidad por la que está pasando. Le recomienda que averigüe quién tiene vasijas vacías y las solicite. Nada que tenga valor para las personas, vasijas que ya no se utilizan, desechables, vasijas que pueden ser entregadas sin problemas. Pero también le dice Eliseo, que tiene que ser una gran cantidad, así que el trabajo no es fácil. Esta mujer y sus hijos/as, tendrán que caminar mucho, tocar muchas puertas, explicar muchas y repetidas veces hasta cansarse, con el fin de lograr muchas pero muchas vasijas vacías (vs3). Eso significará que mucha gente conocerá de su situación, que mucha gente no sólo entregará vasijas sino que comentará de lo ocurrido y seguramente más adelante quizás tomen alguna decisión al respecto. Desde la perspectiva de la Resiliencia se ha identificado el valioso aporte de las Redes Sociales que actúan como agente sostenedor frente a la adversidad y facilitan el transitar de la adversidad, que en esta situación serán referente para esta mujer.

Fomentando el control de sus propias vidas… Independencia e iniciativa

Pero el trabajo no está concluido, una vez que tiene las vasijas vacías Eliseo recomienda a esta mujer y a sus hijos/as que sería mejor que se concentren en lo que les toca hacer, porque seguramente están contra el tiempo y el riesgo de que los niños/as sean llevados como esclavos, sigue amenazándolos. Los niños cobran protagonismo en esta labor, ellos al igual que la madre, son conscientes del riesgo en que están viviendo y participan activamente en la solución. Eliseo da algunas recomendaciones para que la labor sea hecha no sólo con ligereza sino con mucho orden. Es necesario colocar las vasijas llenas a uwidow-oiln lado para tener una claridad sobre lo que se está trabajando y lo que falta por hacer (vs 4).

Promoviendo que las personas construyan sobre la adversidad caminos nuevos

Ellos, madre e hijos/as, toman la decisión de hacer caso a las recomendaciones de Eliseo y una vez que tienen todas las vasijas que pudieron conseguir, se concentran en su labor. Se distribuyeron el trabajo de acuerdo a sus posibilidades, seguramente los niños/as eran muy pequeños/as y no podrían cargar las vasijas llenas, así que traían vasijas vacías para que su mamá las llenara. Y en esa labor estuvieron, hasta que por fin, se acabaron de llenar todas las vasijas que tenían. –“Ya no hay más vasijas mamá”- fue la respuesta de los niños/as. El milagro está hecho (vs. 5-6). Pero esta mujer todavía no veía la salida, no sabía qué hacer con toda esta provisión de aceite, seguramente suponía que algo más impredecible iba a pasar y esperaba que se le indicara.

De la vulnerabilidad a la identificación de recursos y desarrollo de fortalezas

Pero Eliseo le hace saber que lo que falta por hacer, ella también lo puede hacer. Vender el aceite en el mercado o de casa en casa, tal vez a sus propias vecinas. El aceite era un producto de fácil comercialización y o tendría problemas al venderlo. Con el dinero que recaude podría pagar al acreedor. Es interesante que esta tarea se la encarga sólo a ella, seguramente los niños/as quedarán en casa; o con sus vecinas que tan bien se han portado; o tal vez irán con ella, pero no tienen la obligación de vender, ni pagar deudas, porque esa es tarea de adultos. Donde sí se les incluye es en el vivir de lo que quede de las ventas (vs. 7). Qué habrá pensado el usurero cuándo una mujer humilde y sus hijos/as pequeños/as, sin ninguna posibilidad de acceder a recurso alguno, lograron que la justicia de Dios prevalezca sobre el sistema legal injusto. ¿Tal vez haya recordado que para ser portadores de la promesa de Dios hay que permanecer fieles a él? La Resiliencia es una perspectiva rica en este sentido, toma la fuerza de los más desfavorecidos, descubre cómo aun en contextos de gran carencia, las personas y grupos pueden transformar sus vidas, como aun ante pronósticos muy severos, el cambio es posible.

Artículo publicado en “Del dicho al hecho… Buenas Prácticas para acortar el trecho”. Paz y Esperanza y Juventud para Cristo. Red Miqueas. Montevideo-Uruguay.. 2004. Pág. 35-36.